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Arquitectos: Taller de Arquitectura Mauricio Rocha + Gabriela Carrillo; Taller de Arquitectura Mauricio Rocha + Gabriela Carrillo
- Área: 147 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Andrés Cedillo, Rafael Gamo
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Pabellón 1800 surge del homenaje a los campos de agave en el Valle de Tequila, la topografía prehispánica de los guachimontones y a los procesos de producción para hacer tequila.
Se asienta en el corazón de la Alameda Central buscando ante todo crear un patio de otra escala con respecto a la gran plaza que permita al visitante redescubrir la fronda de las jacarandas y voltear a ver el cielo, además de encontrar un nuevo espacio creado por la luz y sombra producto del velo creado por pencas de maguey que se tejen unas con otras a una estructura metálica ligera y autoportante.
Busca desaparecer en medio del gran jardín con esta piel vegetal que poco a poco se desprende del suelo, en una escala donde es difícil percibir sus trece metros de diámetro y menos aún de visualizar su ¨óculo¨ de más de cuatro metros de diámetro. Arropa de manera sorpresiva a Alexander Von Humboldt mejor conocido como el ¨padre de la geografía moderna universal¨ y quien fuera un naturalista que exploró de manera casi obsesiva la flora y fauna de América.
La estructura metálica a base de ptr´s de 4” se divide en 32 partes para construir su circunferencia con brazos que miden 6 metros de altura optimizando al máximo las medidas comerciales del material. Esta pieza se prefabricó e instaló en menos de 24 horas con una grúa para después recibir la piel que terminaría por darle cara, las pencas.
La Jima del maguey (proceso de extracción de la piña) desecha el uso de las pencas al menos para la producción del tequila, gracias a ello aprovechamos más de 10,000 piezas traídas de Tequila, que de acuerdo con la gente del departamento agrícola comenzarían a desecarse en pocos días, adquirir un color gris, comenzar a atraer abejas, iniciar un proceso de putrefacción que generaría olores de agave. Todos estos componentes orgánicos nos entusiasmaron aún más para usar este material del que todavía podemos encontrar construidas algunas casas en el Valle del Mezquital en Hidalgo y del que buscábamos crear un espacio que se construyera no solo a partir de la luz y de la sombra sino también de la densidad lumínica y térmica y el fino olor a agave que un material orgánico logra. La constante en la búsqueda por construir espacios que se definen por la atmósfera nos permitió hacer un ejercicio de indagación al universo material de la materia prima para hacer tequila 1800, el agave azul.